viernes, 2 de noviembre de 2012

LA NARRATIVA MEDIEVAL EN VERSO


  1. LA NARRATIVA MEDIEVAL EN VERSO

    1. ¿Qué es la épica?
Entendemos por poesía épica aquellos versos destinados a exaltar las hazañas de un héroe o una colectividad que se cultivó en Europa durante la Edad Media (s. VIII al XV)
La poesía épica es la primera manifestación peninsular de la narrativa medieval en lengua románica.
Esta poesía épica se basa en el pasado heroico nacional y presenta una defensa de los valores reconocidos por la comunidad, encarnados en héroes de características positivas, que se oponen a sus enemigos, presentados con rasgos negativos.
El pasado se recrea en un mundo de ficción que supera la realidad; el héroe realiza hazañas extraordinarias: las acciones adquieren gran relevancia y cualquier elemento descriptivo solo entra en la historia si se relaciona directamente con los combates. Tampoco tienen cabida la psicología y el análisis de los sentimientos, salvo que estén muy vinculados con la acción.

La poesía épica ha existido en todos los tiempos y lugares, ya que desde siempre los pueblos ha existido la necesidad de exaltar a sus héroes para estimular a los guerreros o afianzar el sentimiento nacional.

      1. Orígenes de la épica medieval
Existen dos teorías: (En este apartado nos ocuparemos de la primera)
  1. Los denominados tradicionalistas defienden el origen de la épica en el mester de juglaría(oficio de los juglares). Los juglares en el repertorio de cantos que realizaban para entretener y divertir a la gente en actuaciones públicas, tanto en las plazas, las romerías, los lugares recreativos del momento, o los atrios de las iglesias, incluían el cantar de las hazañas de un determinado personaje del momento o histórico, o de un pueblo. Estos modos de diversión pública ya tenían lugar en la antigüedad clásica o entre los musulmanes, con figuras similares a la de los juglares. Los tradicionalistas opinan que son las prácticas juglarescas –herederas de las tradiciones clásicas y antiguas – las que provocan la aparición de la literatura neolatina y, como consecuencia, de la épica. El juglar es entendido como poeta y, al mismo tiempo, intérprete de la obra, y conocedor de la técnica literaria como parte de su formación cultural. Es decir, el término juglar para nada es sinónimo de inculto sino de diversión.
Dentro de esta teoría se puede encontrar:
  1. Los cantos historiales, poemas extensos típicos de la literatura germánica, sobre las grandes gestas de los héroes, con una finalidad cívica y moral. Podrían haber llegado a la península con los visigodos. También los árabes cultivaban un género similar que podría haber pasado a la literatura de los reinos cristianos.
  2. Otra posibilidad podría ser la influencia de los poemas épicos franceses como La Chanson de Roland. Tales poemas podrían tener una influencia hispanomusulmana, pues en varios aparecen temas españoles.
  3. El origen latino medieval, o la mezcla entre distintas corrientes son otras posibilidades. Los poemas griegos de Homero, La Iliada y La Odisea tienen muchos de los rasgos que aparecen en la Edad Media.
  4. Causas de orden práctico, como favorecer el ánimo combativo, el uso propagandístico de la historia para resaltar valores nacionales (exaltación del trabajo, el honor y la valentía) o religiosos (beneficiar que las iglesias o los monasterios pudieran guardar reliquias o recuerdos de héroes) o transmitir información de los hechos históricos, aunque convertidos en obras literarias, más atractivas para el pueblo

      1. Contexto sociopolítico: En los siglos XI, XII estaba en pleno auge la Reconquista, por tanto las guerras y los enfrentamientos eran muy habituales. Los héroes que luchaban contra los invasores eran aplaudidos y reconocidos y se les atribuían una serie de valores que eran dignos de ser exaltados; por otra parte, había movilidad en la frontera y con ella pueblos y familias que avanzaban también. No tenían otros correos de transmisión, ni otras diversiones, sino la de los juglares, ya que eran analfabetos, no sabían leer, además de no haber textos escritos.

    1. Características de la épica medieval
  • Datación: S. XII ó XIII
  • Temas y su protagonista (héroe y sus valores)
Temas históricos, realistas y de carácter popular. En ellos era típico la exaltación de los valores humanos, la exaltación del héroe, buen señor y mejor vasallo, con gran sentido del honor y de la justicia.
  • Estructura
Eran composiciones poéticas en versos de arte mayor, frecuentemente alejandrinos, aunque con una métrica irregular, descuidada, de entre 12 a 18 sílabas, lo que llevó posteriormente a dividirlos en dos hemistiquios, lo que evolucionó posteriormente en los romances octosilábicos.
  • Finalidad
Divertir
Dar a conocer la historia, la realidad.
  • Composiciones:
Componen poesía narrativa o lírica para ser cantada ante el pueblo. Si es narrativa se utiliza verso anisosilábico, y la estrofa fundamental será la serie irregular, si lírica pueden ser diversos los metros y las estrofas.
Las composiciones más importantes: Cantares de Gesta ( Poema del Mío Cid)
La épica románica medieval está constituido por los llamados catares de gesta ( del latín , “hazaña, hecho”).
Entre los Cantares de gesta franceses destaca la Chanson de Roland (siglo XI), basado en la figura histórica de Roland, caballero de la corte de Carlomagno (siglo VIII). De los cantares de gesta castellanos se conservan pocos textos: un fragmento del Cantar de Roncesvalles,bu el Cantar del mío Cid, el Poema de Fernán González y las Mocedades de Rodrigo.
1.2. El Cantar del Mio Cid
El Cantar del Mio Cid constituye el único poema épico castellano conservado en su totalidad. Es copia de otro del 1207, en el que se dice que fue escrito por un tal Pet Abbat.
La fecha de composición es muy discutida: algunos críticos lo datan de principios del siglo XIII; otros, a mediados del S. XII. Se piensa que Pet Abbat fue un mero copita. Aunque se han señalado dos autores, para la mayoría se t rata de un autor único de origen burgalés.
El Cantar del Mio Cid está basado en los últimos años de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador (1043-1099), caballero de las cortes de Sancho II de Castilla y de Alfonso VI de Castilla y León.
El poema exalta la figura del Cid, infanzón o noble de menor linaje, de quien se valora su lealtad y esfuerzo, en contraposición a los ricoshombres, representados por sus yernos, los infantes de Carrión, que aparecen degradados. El Héroe se presenta no solo como valeroso caballero, cuidadoso de su mesnada (compañía de gente de armas que servía a un rey, ricohombre o caballero), sino también como buen esposo y padre, súbdito ejemplar y fervoroso cristiano. En cambio, los infantes son portadores de los atributos de cobardía, codicia, vileza y traición.
Se cree que la obra puede hacer referencia a la oposición que mantuvo la nobleza de linaje al ascenso social de los caballeros villanos y de cuantía (nobles que tenían un patrimonio considerable y estaban obligados a mantener caballo y armas) en una época de gran movilidad social en Castilla. Con sus méritos personales, el protagonista adquiere grandes riquezas y prestigio social, y aspira a tener los mismos derechos que la nobleza de sangre, lo que finalmente consigue.
A diferencia de los héroes de la épica francesa, el protagonista del Cantar se presenta con el rasgo fundamental de la mesura: es prudente, equilibrado, sagaz y astuto. No es un personaje plano, que ofrezca siempre la misma actitud; aunque templado, también es capaza de mostrar desagrado o cólera.
Referente a la historia
Las acciones narradas en el Cantar se articulan en torno a dos asuntos: un problema público, de honra, y otro privado, de honor.
  • Recuperación de la honra. En la situación inicial, el Cid, caballero de la corte de Alfonso VI, es desterrado por el rey debido a falsas acusaciones. Para recuperar la honra perdida, Rodrigo lleva a cabo una serie de hazañas que aumentan su fama y riqueza, lo cual le permite reintegrarse a la comunidad y recuperar la honra perdida gracias al perdón real.
  • Recuperación del honor. Posteriormente, el Cid sufre una ofensa personal: sus yernos, los infantes de Carrión, maltratan y abandonan a sus hijas en el robledal de Corpes. El Cid consigue una segunda reposición, en este caso del honor, haciendo uso del reipto (innovación jurídica del siglo XII en la que, tras oír las partes de un pleito, el rey designaba combatientes y presidía un combate público): obtiene la victoria y acuerda un nuevo matrimonio con los príncipes herederos de Navarra y Aragón, superiores en linaje a sus anteriores maridos.

Al recuperar su honra y honor, el Cid asciende en la jerarquía social respecto a la situación en la se hallaba antes del destierro y de la afrenta de Corpes.
Referente al discurso
El poema presenta una métrica irregular. Los versos, de medida variable entre diez y veinte sílabas, se dividid por una cesura en dos hemistiquios de desigual número de sílabas, y se agrupan en series o tiradas: las más cortas tres versos y las más largas de ciento noventa. La rima es asonante.
En el relato se producen elipsis y se anuncian hechos que luego serán contados (prolepsis). El narrador es omnisciente, y respeta el orden cronológico. Como ocurre con frecuencia en la épica, es significativo el uso del discurso dramático, con el que se reproducen las palabras de los personajes.
Debido a la transmisión oral, una nota característica del Cantar es el uso del formulismo: se emplean abundantes fórmulas, que son grupos de palabras que aparecen regularmente y que constituían un recurso mnemotécnico para el juglar. Entre ellos sobresalen:
  • Fórmulas con función conativa o fática. Bien oiréis lo que ahora dijo.
  • Epítetos épicos, referidos sobre todo al héroe. El que en buena hora nació.

En los versos del Cantar del Mio Cid, abundan también las frases binarias ( moros y cristianos; en yermo o en poblado) y los pleonasmos (llorar de sus ojos). No faltan las notas de humor, que aminoran o reducen la tensión dramática: así sucede, por ejemplo, ene l episodio del león o en el del conde de Barcelona, entre otros.

  • Estructura externa del Cantar del Mio Cid

Cantar del destierro: narra los sucesos acaecidos desde la partida de Vivar hasta la victoria del Cid sobre el conde de Barcelona.
Cantar de las bodas: Se extiende desde el comienzo de la campaña levantina hasta las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrión.
Cantar de la afrenta de Corpes: Abarca desde la escena del león hasta el desenlace de la historia, con el triunfo final del héroe.
Difusión de los cantares
El modo de transmisión de los cantares de gesta era generalmente recitado o canto de un juglar, que se acompañaba de un instrumento de cuerda y, a veces, empleaba mímica. Los juglares trabajaban para los grandes señores y contaban con un público e caballeros, a quienes enardecían antes de la guerra.
Otros tipos de juglares eran los histriones (prestidigitadores acróbatas que solían actuar disfrazados) y los saltimbanquis, que ofrecían sus representaciones en romerías, ferias….
Debido a la difusión oral, además del formulismo, en los cantares también es notoria la escasez de nexos sintácticos y la yuxtaposición. Estas composiciones presentan un uso anárquico de los tiempos verbales, característica que también se observa en el Romancero viejo.

Características:
  1. Carácter historicista. Es el mundo de los guerreros, el de las batallas. Estos héroes, a veces, con virtudes sobrehumanas eran capaces de superar todos los obstáculos. El héroe aparece, a veces, como un personaje apartado injustamente de la sociedad al que las hazañas le aseguran el regreso triunfal.
  2. Figura del héroe. El héroe encarna el destino del pueblo y propaga los valores feudales de la clase feudal a la que pertenece. Este posee unas características:
  1. Mesura, sensibilidad. Se manifiesta prudente y sabe mantener su ternura. Muestra templanza y serenidad ante la injusticia.
  2. Fidelidad al rey.
  3. Religiosidad. Invoca a Dios.
  4. Respeto a las leyes. Ordena que se cumplan estrictamente respecto al botín.
  5. Espíritu práctico. Reclama lo que le pertenece.
  6. Consideración y honra. Obtiene el perdón real y llega a emparentar con linajes reales.
  7. Buen esposo y padre.
  8. Esfuerzo persona.


Estructura.
Son composiciones formadas por largos conjuntos de versos cuyas medidas oscila entre 14 y 16 sílabas divididas en dos hemistiquios.
  • Autoría
Anónima. Cantores populares, poetas laicos que componen para cantar ante un público aristocrático o popular.
  • Transmisión :
Oral mediante los juglares quienes, bardos o trovadores de la Edad Media, eran hombres o mujeres que eran a la vez poetas, recitadores, músicos (ejecutaban a veces la vihuela, la trompa o el tambor), bailarines, cantores, titiriteros, etc y ofrecían sus recitales en las plazas públicas, en Palacio o en mesones, para entretener a los presentes, y su público pertenecía a las distintas clases sociales.
El oficio de juglar era propio de las gentes de baja posición social, se vestían con ropas de colores vistosos.
Por ello a estas composiciones de este siglo y con estas características se les llama el Mester de juglaría, porque quien hizo posible que se conociera, se transmitiera era el JUGLAR.
      1. La narrativa culta. El mester de Clerecía

      1. Características de la narrativa culta medieval
  • Datación. S. XIII y XIV
  • Temas : textos narrativos de carácter religioso o heroico
  • Estructura: La estrofa, la cuaderna vía; el metro, el verso alejandrino, que si resulta irregular se deberá a defectos de la transmisión.
  • Finalidad: Didáctica y religiosa el poeta culto compone para que sus obras sean leídas.
  • Composiciones: Milagros de Nuestra Señora y Libro del Buen Amor
  • Autoría: Gonzalo de Berceo y el Arcipreste de Hita
  • Difusión: Religiosos en monasterios e Iglesias

  1. El mester de clerecía. (Oficio de clérigos)

El mester de clerecía surge en el siglo XIII y comprende una serie de obras de características comunes:
  • Son textos narrativos de carácter religioso o heroico.
  • Tienen una intención moral o didáctica.
  • Sus autores manifiestan su erudición aludiendo a fuentes escritas de las que parten.
  • Están escritas en verso y emplean una métrica regular, la cuaderna vía: estrofas de cuatro versos alejandrinos monorrimos en consonante.

Las obras del mester de clerecía se destinaban a la lectura individual o colectiva, tanto de religiosos como de laicos, y se difundían oralmente por medio de los juglares o en sermones de los clérigos.

  1. Obras anónimas del siglo XIII

Hay un grupo de obras del mester de clerecía que son anónimas. Entre ellas destacan el Libro de Aleixandre, cuyo héroe es Alejandro Magno; El libro de Apolunio, relato de amor y aventuras que narra la vida de Apolonio, rey de Tiro; y el Poema de Fenán Gozález, de carácter épico por su asunto, que exalta la figura del conde castellano que consiguió la independencia de Castilla frente a León.
Además de estas obras, compuestas todas ellas en cuaderna vía, existen otras en pareados de versos cortos: Vida de Santa María Egipcía, Libro de los Tres Magos de Oriente, ¡AY, Jerusalén!, y los poemas de debate Disputa del alma y del cuerpo, Razón de amor con los denuestos del agua y el vino, y Elena y María.

2.2. Gonzalo de Berceo
Recordemos que con el Mester de Clerecía nace la conciencia de autoría. Gonzalo de Berceo, primer poeta castellano que abandonó el anonimato propio de la épica y proclamó orgulloso su nombre: Yo, el maestro Gonzalo de Berceo llamado.
Como otras producciones del Mester de Clerecía, los texto de Gonzalo de Berceo responden a un plan de la Iglesia: el IV Concilio de Letrán (1215) determinó la necesidad de un cambio en la educación tanto de los clérigos como de laicos; era preciso instruir sobre todo al bajo clero, ignorantes y sin formación religiosa.
Así pues, los poemas de Gonzalo de Berceo se dirigen a los monjes, sacerdotes y novicios, quienes transmitían la enseñanza de la doctrina cristiana a sus fieles por medio de la predicación en lengua vernácula, tal como se estableció en Letrán.
En la producción de Berceo se distinguen tres tipos de obras:
  • Obras hagiográficas. Vida de Millán de la Cogolla, Vida de santo Domingo de Silos, Vida de santa Oria y Martirio de san Lorenzo.
  • Obras marianas. Loores de Nuestra Señora, Duelo que fizo la Virgen y Milagros de Nuestra Señora.
  • Obra doctrinal. El Sacrificio de la misa.

2.2. Milagros de Nuestra Señora.
En Europa durante los siglos XII y XIII se hallaba muy extendido el culto a la Virgen y eran frecuentes las peregrinaciones a santuarios marianos. Esta devoción dejó una fuerte impronta en la iconografía y la literatura de la época, dentro de la cual se inscriben los Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo. En esta obra, Gonzalo de Berceo exalta el poder mediador de la Virgen en la salvación de las almas.
La obra se estructura en dos partes; una introducción y un conjunto de veinticinco milagros.
Introducción. El protagonista es el narrador, que se identifica con el propio Berceo. Se presenta como un romero que entra en un jardín descrito como un locus amoenus (lugar agradable). Por alegoría, este lugar se asocia con la Virgen María, símbolo de la recuperación del Paraíso. El romero, a su vez, simboliza al hombre caído que anda en busca de la gracia perdida.

  • Milagros. Las veinticinco narraciones ejemplifican la acción misericordiosa de María y su poder intercesor ante Cristo, y funcionan como demostración de la doctrina expuesta en la introducción.

La Virgen María aparece caracterizada en términos humanos: es maternal, aunque también autoritaria, fuerte y severa. En cada relato, premia, castiga o socorre a sus devotos del peligro. Los personajes terrenales – amigos o enemigos- son en su mayoría, individuos vinculados a la Iglesia.

    1. Libro del Buen Amor

En el siglo XIV, el mester de clerecía entró en decadencia; sin embargo, en esta centuria se compuso una de las obras maestras de la literatura española: El Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita.
El Libro del Buen Amor se presenta como una autobiografía estructurada en una serie de aventuras amorosas, por lo general fallidas, en las que suele mediar un tercero.
De todos episodios amorosos, destaca por su extensión el de don Melón y doña endrina, en el que interviene una mediadora llamada Trotaconventos. En otros episodios, las protagonistas femeninas son una monja, una mora, unas serranas….Estas últimas son unas mujeres grotescas y desagradables con las que el autor parodia el género de la pastorela.
El yo protagonista, que encubre en varios personales, brinda unidad a las experiencias amorosas. En ellas se introducen digresiones didácticas o moralizantes y exampla (anécdotas o fábulas), para convencer a sus interlocutores. Se intercalan también piezas líricas de métrica variada y dos composiciones alegóricas: el debate del protagonista con don Amor y la batalla de don Carnal y doña Cuaresma.
La mayor parte de la obra está escrita en cuaderna vía, aunque algunos versos presentan dieciséis sílabas. En prosa solo aparece uno de los dos prólogos.

Sentido de la obra.
En el prólogo en prosa se exponen los dos propósitos del autor: enseñar y recoger sus composiciones poéticas. Se justifica, así, el didactismo de las aventuras amorosas y la introducción de un cancionero enmarcado en la narración.
El autor manifiesta que su intención es inducir al buen amor – el profesado por Dios- ; los casos amorosos que se propone contar son, por tanto, ejemplos de aquellos que se debe evitar. El didactismo aparece asociado en muchos pasajes al humor (por medio de la parodia, la ironía y la burla), aunque no faltan los fragmentos de tono serio.
La obra se caracteriza por una constante ambigüedad, que estaría sustentada en el pensamiento de san Agustín, quien creía que no debía imponerse un punto de vista al alumno, sino que se debían ofrecer dos posibilidades y que él optara. Algunos críticos hacen hincapié en este carácter didáctico de la obra, otros la consideran, simplemente, una manifestación de alegría vital.

Estilo del Libro de Buen Amor
El Libro de buen amor introduce el lenguaje popular, que se manifiesta especialmente en el uso del refranero, en las llamadas de atención al oyente (típicas de la juglaría) y en el empleo de eufemismos sexuales.

Entre otros recursos expresivos de la obra, destacan las interrogaciones retóricas, las anáforas, las bimembraciones, las antítesis, las comparaciones, las metáforas, las hipérboles y los juegos de palabras.

  1. Los romances

Los romances son poemas narrativos y anónimos destinados al canto.

En general, están compuestos por versos octosílabos con rima asonante en los pares, aunque pueden encontrarse romances en versos de nueve, siete y hasta de seis sílabas, y también algunos con rima consonante.

3.1. Romances Viejos y romances nuevos

  • Los romances viejos son los documentos entre fines de la Edad Media y mediados del siglo XVI, época en que gozaron de gran popularidad. Debido a su anonimia y a la transmisión oral, son difíciles de fechar. El más antiguo fue copiado hacia 1421, pero se supone que existieron desde el siglo XIV.
  • Los romances nuevos son aquellos compuestos por los poetas desde fines del siglo XVI, imitando la forma y el estilo de los antiguos.

3.2 Clasificación de los romances.

Existen múltiples clasificaciones de estas formas poéticas. Aquí atenemos su clasificación atendiendo a un criterio temático.
  • Romance de tema épico-medieval: Proceden de un cantar de gesta o de otra fuente literaria y son, por lo tanto, refundiciones. Exaltan las virtudes de los héroes y reyes, con fines propagandísticos: Romances del Cid Campeador, del conde Fernán González, de Bernardo del Carpio o del cerco de Zamora.
  • Romances de tema francés, carolingio. Incluyen los que tratan asuntos de la épica francesa y los romances novelescos sobre personajes del roman courtois.: Romances de don Roldán y doña Alda.
  • Romances de tema histórico. Se refieren a sucesos o acontecimientos de la historia medieval castellana.: Romance del rey don Pedro el Cruel, romance de la linda infanta.
  • Romances de ficción. Presentan subdivisiones: romances de amor infiel, amor desgraciado, adulterio, incesto, seducción, burlas, etcétera: La bella malmaridada, La infantina, El conde Arnaldos, Romance de Gerineldo.
  • Romances bíblicos, grecorromanos y religiosos. Narran episodios de la Biblia, de los evangelios apócrifos, leyendas piadosas y hagiográficas e historias de la Antigüedad grecorromana: Romance del lamento de David, El juicio de Paris, La llaga santa.

3.3 Discurso

Los romances respetan el orden cronológico de la narración, aunque éste, a veces, se rompe. Son habituales los comienzos in media res y los finales abruptos y suspensos, que dejan un efecto de incertidumbre en los receptores. El narrador puede ser una tercera o una primera persona.

3.4. Estilo

Los romances presentan un estilo especial, caracterizado por una serie de rasgos peculiares:
  • Uso del singular de los verbos. Empleo del presente histórico y del pretérito imperfecto de indicativo en contextos en los que se impone el uso del pretérito simple.
  • Arcaísmos. Rasgos fonéticos como conservación de la f- inicial latina (fijo por hijo) y la e paragógica (adicción de la –e final): amare. También se utilizan formas verbales arcáicas: sodes, habedes, ides, fiz; y arcaísmos léxicos: ansí por así.
  • Uso de fórmulas: Fórmulas conativas para introducir el diálogo y apelar al auditorio (bien oiréis lo que dirá) epítetos épicos (Francia la natural) y paralelismos (con fines mnemotécnicos.)
  • Repeticiones. Se producen entre dos hemistiquios de un mismo verso, entre dos versos (anáfora) o entre un grupo de versos: Abenámar, Abenámar…
  • Otros recursos. Es frecuente el uso de la antítesis (vega abajo, vega arriba) y de las enumeraciones (El Alambra era, señor,/ y la otra, la Mezquita, / los otros, los Alixares…..

  1. La narrativa medieval en prosa

Las primeras manifestaciones de la prosa medieval castellana son de finales del siglo XII y principios del siglo XIII: traducciones de la Biblia, crónicas, etc. ninguna con intención literaria y todas pobres en el uso de la lengua.

4.1. Las colecciones de enxiemplos

En los siglos XIII y XIV se desarrolló un moviendo que pretendía brindar al pueblo educación cristiana en su propia lengua. En Castilla, los dominicos utilizaron los exiemplos para predicar de forma más amena y accesible.

Las primeras colecciones – Sendebar y Calila e Dimna – datan del siglo XIII y están integradas por cuentos originarios de la India traducidos del árabe. Se trata de historias enmarcadas: en el primero, los cuentos son narrados por sabios de una corte y por la concubina del rey; en el segundo, un filósofo da consejos a un rey por medio de cuentos, protagonizados, en general, por animales.

4.2. Alfonso X el Sabio

La prosa castellana se consolidó gracias al impulso del rey Alfonso X (1221-1284). Sus obras, fruto de un trabajo colectivo, pueden clasificarse en las siguientes materias:
  • Históricas. Estoria de España y General Estoria.
  • Legales. Setenario, Siete Partidas y Espéculo.
  • Científicas. Tablas alfonsíes, Libro del sber de astronomía y Lapidario.
  • Recreativas. Libro de ajedrez, dados y tablas.

4.3. Don Juan Manuel

don Juan Manuel (1282-1348), sobrino de Alfonso X perteneciente a la más alta nobleza, reflejó en sus obras su devoción hacia los dominicos y la ambición por acrecentar su poder económico y social. Su fuerte conciencia estamental se manifiesta también en sus escritos, en los que defiende un orden social basado en los tres estamentos: oratores (Iglesia), belatores (nobleza guerrera) y laboratores (trabajadores).

El Conde Lucanor

Don Juan Manuel recogió la tradición dominica de enseñanza amena y accesible, destinada a un público amplio. Fruto de ella es su obra más célebre El conde Lucanor o Libro de Patronio, que se estructura en cinco partes.

  • Parte I. Constituida por cincuenta y un enxiemplos que recogen las enseñanzas de un maestro – el criado Patronio- a su discípulo – el conde Lucanor- . En el relato marco el conde plantea a su tutor un problema y este le narra un cuento (historia enmarcada) del que deriva la solución. Al final de cada enxiemplo, don Juan Manuel se introduce como personaje en 3ª persona y resume la moraleja en un pareado.
  • Partes II, II, IV. Contiene sentencias cultas, con las que se exalta fundamentalmente la virtud de la prudencia.
  • Parte V. Funciona como conclusión de la obra y trata de la vida cristiana.

  1. La novela en el siglo XV

La prosa de ficción del siglo XV recoge dos grandes ideales de la sociedad cortesana: la aventura caballeresca, que se plasmará en la novela de caballerías y el ideal amoroso, que generará la novela sentimental.

5.1. La novela de Caballerías

La novela de Caballerías narra las aventuras de un caballero andante, heroico, fiel a su dama y defensor de la justicia y de los oprimidos, que realiza un viaje en que se enfrenta a distintas pruebas y elementos sobrenaturales.

Los orígenes de este tipo de novela se encuentran en el mundo fantástico de Bretaña, con la leyenda del Rey Arturo y sus caballeros. Este espacio de ficción se fue ampliando con la introducción de nuevos personajes y motivos.

La obra más importante, Amadis de Gaula, nos ha llegado enana refundición de principios del siglo XVI, aunque circulaba ya a mediados del siglo XIV. Narra las aventuras del caballero Amadis y los obstáculos con los que éste se enfrenta para casarse con su amada Oriana, la doncella más leal, hermosa y enamorada.

La acción del Amadis transcurre en espacios que alternan lugares reales (España, Irlanda) con otros exóticos , y escenarios abiertos con los de carácter cortesano. Esta novela emplea la técnica del entrelazamientos, típica del ciclo artúrico: las aventuras interrumpen y se reanudan más adelante.

5.2 La novela Sentimental

La novela sentimental, mucho más breve que la de caballerías, se diferencia también de ésta por presentar una acción interior.

La novela sentimental se concreta en los estados emocionales y en los conflictos internos de los personajes, más que en la acción externa, profundización que se lleva a cabo, especialmente, por medio de cartas y de poemas.

Estos relatos desarrollan una historia amoroso con desenlace triste y una visión trágica del amor: la historia acaba con la muerte del enamorado o con símbolos de la frustración del amor (monasterio, desierto); incluso si éste se consuma, los enamorados mueren. La dama suele mostrarse cruel ante las presentaciones del caballero, sumiso frente a sus caprichos.

Los orígenes de estas novelas están en la narrativa italiana del siglo XIV, en especial en la Fiammenta de Giovanni Boccaccio, cuyo modelo fueron a su vez las Heroidas, de Ovidio, epístolas elegíacas de heroínas abandonadas. A diferencia de sus fuentes, el narrador de la novela sentimental, que emplea la primera persona, es masculino.

En cuanto a los recursos estilísticos, abundan las características de la poesía cancioneril: antitesis, derivaciones, poliptoton, paradojas y alegorías.

La novela sentimental prototípica es Cárcel de amor (1492) de Diego de San Pedro, autor también del Tratado de amores de Arnalte y Lucenda (1491)

  1. La Celestina

A finales del siglo XV se publica una obra maestra de las letras hispánicas, La Celestina, que constituyó un éxito editorial en el siglo XVI: además de en España, se imprimió en castellano en otros países y se tradujo a otras lenguas.

En cuanto a su autoría, hoy se acepta que los actos II al XXI son obra de Fernando de Rojas; el primer acto pudo ser escrito por Rodrigo Cota.

6.1 Argumento

El argumento de La Celestina no ofrece complejidad. En la versión primitiva de la Comedia, Calisto, rechazado por Melibea, recurre, siguiendo los consejos de su criado Sempronio,a la alcahueta Celestina. Bien recompensada por Calisto, Celestina convence a Melibea para que mantenga un encuentro amoroso con Calisto. Sempronio y otro criado de Calisto, Pármeno, exigen su parte del botín a la alcahueta, ésta se niega y la asesinan, por lo que son ajusticiados.

Al dejar a Melibea, Calisto cae de una escala y se mata. Melibea se suicida tirándose de uan torre de su casa, y su padre lamenta lo sucedido increpando al mundo, al afortuna y al amor.

En la versión de 1502, la obra se alrga: los enamorados no mueren inmediatamente después de la primera noche de amor, sino que las muertes suceden una noche en que Calisto acude a defender a sus criados de unos matones que habían sido enviados por Elicia y Areúsa, pupilas de Celestina y amantes del Sempronio y Pármeno, ansiosa de venganza.

6.2. Género. ¿Drama o novela?

Parte de la crítica considera a La Celestina como drama por estar construida solo por las palabras de los personajes, sin la intervención de un narrador. Para otros, se trata de una novela dialogada que, de manera realista, parodia la novela sentimental, especialmente la Cárcel de amor.

La Celestina se sitúo en el marco de la comedia humanística, que en ambientes universitarios se leía en voz alta y no se representaba. De ella, hereda la presentación de hechos de la época, la acción en los distintos lugares, la duración incierta de los acontecimientos, los largos monólogos y el anticlericalismo.

6.3. Modalidades del discurso dramático

El discurso de los personajes presenta en La Celestina tres modalidades:
  • Diálogo. Alterna intervenciones largas y retóricas, con réplicas extensas; con un intercambio verbal rápido, de cortísimas réplicas y contrarréplicas.
  • Monologo. Se incorpora para la expresión en soledad de los personajes y la exposición de sus debilidades, temores e intenciones.
  • Aparte. Este mecanismo de comicidad, típico de la comedia romana (empleada para aprender latín), no siempre tienen función humorística en La Celestina: en algunos casos, el segundo personaje no oye nada; en otros, pide que se repita lo dicho, y otras veces, simplemente finge no oir.

6.4. Tratamiento del Amor

Parodia del amor cortés

En el inicio de l a obra, Calisto comete la primera transgresión de las reglas del amor cortés al saltarse el período de espera, pues el joven se declara a Melibea la primera vez que la encuentra a solas.

Además, el caballero no guarda el secreto, pues le cuenta su aventura a su criado Sempronio y sigue el consejo de éste recurriendo a un alcahueta. De este modo, rebaja la figura de Melibea.

Magia
Celestina acude a la magia para que Calisto consiga a Melibea. La alcahueta hace uso de la philo-captio (captación del amor), práctica por la cual se creía que se podía provocar una pasión amorosa. Para ello, Celestina conjura al demonio.

Locura amorosa

En la Celestina aparecen también de la idea del amor como locura. En la época en que Rojas compuso la obra, este sentimiento era considerado como una de los tipos de locura. Esa enajenación hará presa en Melibea y la llevará al suicidio.

Amor sexual

En La Celestina el amor es físico; la alcahueta insiste no solo en el placer físico, sino en el deleite espiritual que ocasiona el acto sexual. La sexualidad llega a ser compartida: la criada Lucrecia presencia las relaciones de Melibea con Calisto, y Celestina desea contemplar las de Pármeno y Areúsa.

Increpación al amor

Tras la muerte accidental de Calisto, Melibea se suicida. Esto lleva a su padre, Pleberio, a atacar duramente al amor, en un bellísimo monólogo al final de la obra.

6.5 Personajes

Los personajes de La Celestina son caricaturas singulares que se van configurando por sus parlamentos y por los juicios y descripciones de los demás personajes.

  • Calisto. Al principio es más un personajes cómico que trágico, ya que representa el amor cortés parodiado y la locura amorosa; pero tras la primera noche de amor, su sentimiento se va transformando en verdadera pasión. Es insensato y egoísta, aunque a veces tiene momentos lúcidos.
  • Melibea. Es el verdadero personaje trágico de la obra. Algunos críticos opinan que la joven es víctima del conjuro de Celesitina, con lo que, cristianamente, quedaría libre de culpa. Para otros, la alcahueta hace que descubra su amor por Calisto solo con la palabra. En Melibea no se observa arrepentimiento (¿Cómo no gocé más el gozo?, dice); ni siquiera tiene conciencia de pecado al suicidarse; solo lamenta el dolor que ocasionará a sus padres.
  • Celestina. La alcahueta, cuya dimensión como personaje ha terminado dando nombre a la obra, representa un ataque contra todo lo establecido. Físicamente es barbuda, arrugada, con un rasguño en la cara en el que algunos reconocen la marca del diablo. Ha dedicado su vida al comercio con la sexualidad y se jacta de su habilidad como alcahueta. Es muy inteligente y sabe vencer a sus contrincantes por medio de la palabra.
  • Sempronio y Pármeno. Son los criados de Calisto. Sempronio es el falso sirviente de la comedia romana. Pone a su amo en manos de Celestina y participa en las ganancias que Calisto reporta a la vieja. Luego, movido por la codicia, la mata. Pármeno es un personaje complejo que, harto de los desplantes de Calisto, evoluciona desde la fidelidad a su amo hasta convertirse en criado desleal.
  • Elicia y Areúsa. Loa mores de las prostitutas amigas de Celestina con los criados contrastan con la relación de Melibea y su amado, y representan el lado realista y crudo. Estas dos mujeres cobran importancia al planear la muerte de Calisto en venganza por la pérdida de sus enamorados.
  • Pleberio y Alisa. Pleberio adquiere relevancia en los dos últimos actos, en especial en el planto final. Su mujer, Alisia, permanece en segundo plano.

5.6. Finalidad de la obra

Obra profundamente original y compleja, la ambigüedad ideológica de La Celestina ha suscitado distintas interpretaciones.

Algunos estudiosos, siguiendo las afirmaciones de Fernando de Rojas en los textos preliminares y finales, insisten en su intención moralizadora: mostrar la capacidad de destrucción del loco amor y advertir sobre la ruindad de las alcahuetas y falsos sirvientes. Prueba de esta finalidad didáctica es que los personajes principales mueren sin confesión.

Otros críticos opinan que en la obra predomina una visión desengañada y pesimista del mundo, donde el ser humano se halla desamparado e indefenso frente al destino, sin orden ni reglas que rijan su conducta.

      1. Contexto sociopolítico
      2. Características de la narrativa culta medieval
  • Datación
  • Temas
  • Estructura
  • Finalidad
  • Composiciones
  • Autoría: Gonzalo de Berceo y el Arcipreste de Hita


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